lunes, 8 de diciembre de 2008

El Sistema Nervioso


Función

El Sistema Nervioso es, junto con el Sistema Endocrino, el rector y coordinador de todas las actividades, conscientes e inconscientes del organismo, consta del sistema cerebroespinal (encéfalo y médula espinal), los nervios y el sistema vegetativo o autónomo.

El sistema nervioso central realiza las más altas funciones, ya que atiende y satisface las necesidades vitales y da respuesta a los estímulos. Ejecuta tres acciones esenciales, que son:

  • La detección de estímulos

  • La transmisión de informaciones

  • La coordinación general.

El Cerebro es el órgano clave de todo este proceso. Sus diferentes estructuras rigen la sensibilidad, los movimientos, la inteligencia y el funcionamiento de los órganos. Su capa más externa, la corteza cerebral, procesa la información recibida, la coteja con la información almacenada y la transforma en material utilizable, real y consciente.

El Sistema Nervioso permite la relación entre nuestro cuerpo y el exterior, además regula y dirige el funcionamiento de todos los órganos del cuerpo.

Las Neuronas: son las unidades funcionales del sistema nervioso. Son células especializadas en transmitir por ellas los impulsos nerviosos.

Sintomas

Los principales síntomas que presentan las personas cuando tienen un derrame cerebral son:

  • Debilidad o entumecimiento repentinos de la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión o dificultades repentinas para hablar o entender.
  • Problemas súbitos de la vista, como oscurecimiento o pérdida de visión en uno o ambos ojos.
  • Mareos o problemas repentinos con el equilibrio o la coordinación.
  • Problemas repentinos para moverse o caminar.

Dolores de cabeza fuerte y repentino de los que no se sabe la causa.

Otros síntomas, menos frecuentes, de un ataque cerebral son los siguientes:

  • Náuseas, vómitos o fiebre repentinos que no se deban a una enfermedad vírica.
  • Breve pérdida o cambio del estado de consciencia, como desvanecimiento, confusión, convulsiones o coma.
  • Accidente isquémico transitorio o "mini derrame" (su sigla en inglés es TIA).


Posibles causas o Como controlarlo


· Inactividad física y obesidad. La falta de actividad física, la obesidad, o ambas pueden elevar el riesgo de presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, enfermedad del corazón y ataques cerebrales. Se recomienda hacer al menos 30 minutos de actividad física en la mayoría o todos los días de la semana.

· Consumo excesivo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol eleva la presión arterial, la cual puede causar ataques cerebrales. Las mujeres deben limitar su consumo a una bebida alcohólica o menos al día, y los hombres deben limitarlo a dos bebidas o menos al día.

· Drogas ilícitas. El abuso de drogas intravenosas conlleva un alto riesgo de ataques cerebrales. El uso de cocaína se ha ligado a los ataques cerebrales y ataques al corazón. Incluso algunas personas usando cocaína por primera pueden sufrir ataques fatales.

· La presión arterial alta. Éste es el más importante de los factores de riesgo. Conozca su presión y mídasela cada dos años, o con mayor frecuencia si se registra por arriba de los rangos normales. Presión arterial normal es por debajo de 120/80 mm Hg.

· El uso de tabaco. El tabaquismo es la primera causa prevenible de ataques al cerebro. No fume, y no use otros productos de tabaco. La nicotina y monóxido de carbono en el humo de cigarrillos reducen la cantidad de oxígeno en la sangre. Estas sustancias también dañan las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando la probabilidad de que se formen coágulos. La toma de algunos anticonceptivos orales, en combinación con el tabaquismo, aumenta en gran medida el riesgo de un ataque al cerebro.

· Diabetes mellitus.

· Enfermedad carótida, u otra enfermedad arterial. Las arterias carótidas del cuello llevan sangre al cerebro. Si una arteria carótida se angosta debido a depósitos grasos (el resultado de aterosclerosis), ésta podría bloquearse por un coágulo de sangre. La enfermedad de las arterias periféricas ocurre cuando se angostan los vasos sanguíneos que llevan sangre a los músculos de los brazos y piernas. Las personas que padecen de la enfermedad de las arterias periféricas corren mayor riesgo de enfermedad de las arterias carótidas, la cual eleva el riesgo de ataques cerebrales.

· Fibrilación auricular. La fibrilación auricular eleva el riesgo de ataques al cerebro, porque las aurículas (o cámaras superiores) del corazón palpitan en vez de latir normalmente. Esta irregularidad permite la acumulación y coagulación de sangre. Si un coágulo se desprende, entra al flujo sanguíneo, y finalmente se deposita en una arteria que conduce al cerebro, el resultado es un ataque al cerebro.


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